sábado, 23 de diciembre de 2017

Mi Expreso Polar en el Cielo



Existe un "objeto" en el cielo que siempre me ha llamado la atención. Una sucesión de estrellas casi en línea recta situado en la constelación de la Jirafa y que es conocido como la Cascada de Kemble. A mi siempre me pareció tener un aspecto de un tren encendido en la oscuridad de la noche donde el fuego saldría de un un cúmulo abierto de estrellas convertido en locomotora . Como, por su situación, está situado muy cercano al Polo Norte, se observa perfectamente en las noches navideñas y a mi me encantó la película "Polar Express" dirigida por Robert Zemeckis y basada en el libro homónimo de Chis Van Allsburg, siempre le llamé mi Expreso Polar en el cielo.


L. Kemble (Fotografía: Arild Moland)
La Cascada de Kemble es un asterismo (un conjunto de estrellas con una disposición especial visto desde la Tierra que sugiere formas conocidas) que se encuentra situado en la constelación de la Jirafa (Camelopardalis). Una zona del cielo que destaca por la escasez de estrellas brillantes y una constelación difícilmente visible desde las ciudades. El nombre de Kemble se le deba al fraile franciscano canadiense y aficionado a la Astronomía Lucien Kemble (1922-1999) quien en 1980 le escribió a un articulista y observador de cielo profundo de la revista Sky&Telescope, Walter Scott Houston indicándole su admiración por esta sucesión de estrellas. El religioso escribió lo siguiente:




"He observado una hermosa cascada de estrellas débiles que caen desde el noroeste hasta el cúmulo abierto NGC 1502 mientras barría el cielo con unos binoculares de 7 x 35 mm"

La fascinación de Kemble por esa hilera de estrellas hizo que el redactor Houston bautizara el asterismo con el nombre con el lo conocemos hoy, la Cascada de Kemble y así nos ha llegado a muchos hoy día.


Carta realizada con el programa Stellarium

Encontrar a la cascada no es fácil pero tampoco supone demasiados esfuerzos su localización. El problema es que hay pocas estrellas brillantes en la zona. Yo siempre sugiero hacer un triángulo de tres vértices casi equilátero, uno con la brillante estrella Capella (la más brillante de la constelación de Auriga); otro con la estrella Mirkaf, la más brillante de la constelación de Perseo y el último con la situación donde debería encontrarse la cascada de Kemble (algo así he tratado de representar en la figura). Su extensión supera los dos grados y medio de campo, algo así como cinco veces el tamaño de la Luna Llena.

La hermosa hilera está centrada por una estrella de quinta magnitud que nos servirá de referencia. Por un lado tendremos una sucesión de estrellas blancas, azules y naranjas realmente preciosas (como los vagones azules del tren de la película y la luz anaranjada que sale de sus ventanas). Por el otro lado, varias estrellas más desembocan en un asterismo triangular en uno de cuyos vértices aparece el cúmulo abierto NGC 1502 que tiene un brillo conjunto de sexta magnitud e incorpora unas 20 estrellas situadas a 3400 años luz de nosotros. En total, incluyendo "como estrella" al cúmulo abierto, podremos contar algo más de una veintena de estrellas entre las magnitud quinta y décima; de cualquier forma con unos prismáticos sencillos puedes observar, desde cielos no muy contaminados, algo más de diez estrellas.

La cascada de Kemble y el cúmulo NGC 1502 en detalle (Stellarium)

Si tienes oportunidad, no dejes de buscarla y observarla. Quedarás encantado con esa hilera realmente preciosa que parece situada en el cielo como para que la encuentres y disfrutes con ella. Forma parte del verdadero encanto del cielo y de lo ilusionante que es su observación. Quiero aprovechar con este post, para desear Feliz Navidad a todos los lectores del blog y un apasionado año 2018 repleto de cielos limpios y de felicidad.













lunes, 18 de diciembre de 2017

M2 y M15: Dos cúmulos globulares asequibles para prismáticos.



En las noches de otoño figuran constelaciones que siempre me parecieron como intermedias (en su belleza) entre las que comparten con las de verano y las de invierno. Pero existe una zona del cielo, no demasiado grande, que concentra a dos cúmulos globulares que pueden observarse con instrumental pequeño.Aunque inicialmente se nos muestran como dos estrellas más, una observación atenta nos muestra su verdadera estructura. Se trata de los cúmulos globulares M2 y M15 situados, respectivamente, en las constelaciones de Acuario y de Pegaso visibles a primera hora de las noches de fin de otoño.


Situación de los cúmulos en el cielo, el superior es M15 (Pegaso) el inferior M2 (Acuario)



Durante esta época del año alcanzan una altura cómoda para la observación (entre 40 y 50 grados tras el crepúsculo) lo cual los convierte en objetos muy asequibles para su observación y fotografía.

Como comentamos alguna vez cuando nos hemos referido a los cúmulos globulares, estos objetos celestes son concentraciones esféricas de cientos de miles de estrellas en la parte final de sus vidas que se encuentran unidas entre sí gravitacionalmente y que orbitan en torno a las galaxias. De modo que M2 y M15 son cuerpos que se encuentran alrededor de nuestra galaxia situados como si en halo se tratara. Veamos con detalle cada uno de estos cúmulos.



M2





Antes que nada volvamos a recordar que la M y el número corresponden al catálogo que elaborara el astrónomo francés Charles Messier (1730-1817) publicado por primera vez en 1774. En su búsqueda de cometas, Messier trató de catalogar el mayor número de objetos en el cielo que pudieran confundirse con los cometas y así evitar errores en los descubrimientos de estos cuerpos del Sistema Solar. M2, el segundo número de un catálogo que incorpora a 110 objetos.

Fue descubierto por primera vez por el astrónomo italiano y nacionalizado francés Jean-Dominique Maraldi (1709-1788) en septiembre del año 1746. Cuando Messier la observó en 1760 la anotó en su cuaderno de observaciones como "una nebulosa sin estrellas". Alberga unas 150.000 estrellas en un diámetro estimado de 175 años luz ocupando una extensión aparente en el cielo de algo más de 6 minutos de arco (aunque a nosotros nos parecerá bastante inferior, fotográficamente alcanza hasta algo más de 15 minutos de arco). Su distancia estimada es de unos 38.000 años luz.

El cúmulo globular M2 se sitúa en la constelación de Acuario, formando un triángulo con las estrellas Alpha y Beta de dicha constelación (y a su vez las más brillantes), a cinco grados de esta última. Su localización es fácil y puede distinguirse como el final de una hilera de estrellas. Aunque brilla como de magnitud 6.5 su observación no resulta tan fácil para unos prismáticos 10x50 o un pequeño telescopio de 60 milímetros de abertura, aunque es observable si se toma un poco de tiempo.

Las estrellas que de manera individual pueden observarse alcanzan la magnitud 13 para lo cual necesitaríamos un telescopio con un diámetro moderado (150 mm o superior)



Carta de localización obtenida desde www.freestarchart.com (versión PDF)




M15


Carta de localización obtenida desde www.freestarchart.com (versión PDF)



El siguiente cúmulo globular está situado en la constelación de Pegaso a algo menos de 13 gados al norte de M2. Parece que las primeras observaciones que se publicaron de este cúmulo globular fueron realizadas por el astrónomo Jean-Dominique Maraldi (el mismo de M2) en el año 1746 mientras observaba un cometa. Posteriormente, en 1764, el nombrado anteriormente Charles Messier lo incluyó en su catálogo con el número 15 haciendo la misma indicación que M2: "nebulosa sin estrellas". William Herschel le dio la verdadera naturaleza de cúmulo globular en 1783.

M15 (o NGC 7078) se haya situado a casi 34000 años luz de nosotros, es decir, ligeramente más cercano que M2 aunque tiene un tamaño similar a este último.



La localización de M15 no es nada difícil. Usando unos prismáticos, podemos partir de la estrella Epsilon de Pegaso, una estrella roja de segunda magnitud, y a cuatro grados al noreste encontraremos una pequeña "estrella difusa". Es un objeto brillante, de magnitud 6.4, perfectamente asequible a cualquier prismático o pequeño telescopio. Si bien lo veremos muy difuso porque hay que tener en cuenta que M15 es un cúmulo por sí mismo muy denso en estrellas. Para ver alguna de ellas hay que emplear un telescopio mediano, (alcanzan la magnitud 13) yo he llegado a verlas en una noche muy oscura con un refractor de 120 mm de abertura aunque con un 200 mm la imagen es inmejorable. Por último destacar que si bien en fotografías su diámetro puede llegar a ocupar casi 20 minutos de arco, visualmente no suele pasar de varios minutos.

Aprovechemos estas noches oscuras para revisar estos dos verdaderos enjambres estelares. No nos defraudarán.