sábado, 28 de noviembre de 2015

Observando al asteroide Vesta

En el templo de Vesta, óleo de Constantin Hölscher (1902)


Durante estas noches de otoño tenemos la oportunidad de observar al asteroide Vesta en la constelación de Cetus.

Si bien su máximo brillo lo alcanzó a finales de septiembre e inicios de octubre, estas noches de finales de otoño se presentan muy propicias para observar al cuarto asteroide descubierto y su movimiento entre las estrellas.







VESTA

Imagen en 3D de Vesta (NASA)
Vesta fue descubierto el 29 de marzo de 1807 por el médico y astrónomo alemán Wilhelm Olbers (1758-1840) desde la localidad de Bremen. Olbers llamó al asteroide Vesta (diosa del hogar e hija de Saturno y hermana de Júpiter, Neptuno, Plutón y Ceres) por una recomendación del excelente matemático Carl Friedrich Gauss (1777-1855). A pesar de ser el cuarto asteroide descubierto es el tercer objeto más grande del Cinturón de Asteroides tras Ceres y Palas, en cambio es el segundo más masivo y el más brillante de todos debido a que tiene una superficie muy reflexiva. Como se suele denominar, es el cuerpo menor más brillante del Sistema Solar.

Su forma es parecida a una esfera achatada de unos 530 kilómetros de diámetro con una estructura constituida por corteza, manto y núcleo lo que le hace ser un objeto más parecido a la Tierra, Venus o Marte que a otros asteroides. La traslación alrededor del Sol la hace cada 3.63 años (1326 días) y rota alrededor de si mismo en 5.34 horas, dicha rotación pueden detectarse (con experiencia incluso visualmente) pues los cambios de luz del objeto superan las 0.2 magnitudes.

En septiembre de 2007 partió de nuestro planeta la sonda Dawn, visitando a Vesta en agosto de 2011 y orbitando alrededor de él hasta mayo de 2012. Obtuvo imágenes de un inmenso cráter, Rheasilvia, que ya había descubierto el telescopio espacial Hubble que casi cubre en su totalidad al asteroide con sus 460 kilómetros de diámetro y sus impresionantes 23 kilómetros de altura. Otros cráteres que fotografió la sonda Dawn fueron Veneneiia y Marcia que pueden verse en el hemisferio norte del asteroide.

Imagen del hemisferio Sur de Vesta con Rhesilvia (Dawn-2012)

LOCALIZACIÓN Y OBSERVACIÓN

Para su observación solo necesitaremos unos simples prismáticos o un pequeño telescopio. Incluso desde ciudades contaminadas puede detectarse el punto de luz que ser irá desplazando, poco a poco, con respecto a las estrellas adyacentes. Si lo seguimos durante unos días veremos que se habrá desplazado una distancia perfectamente observable. A parte de la satisfacción que produce observar un mundo "vecino" y su movimiento, poco más podemos observar. Incluso una fotografía de corta exposición nos permitirá "cazarlo" incluso, como hemos dicho, desde las ciudades.




Para ello tendremos que buscar la constelación de Cetus, la Ballena. Buscaremos la estrella más brillante de la constelación (que curiosamente está denominada como Beta Ceti), es Diphda o Deneb Kaitos (la cola de la ballena) de magnitud 2.0. Luego subiremos unos 10 grados en dirección noreste y encontraremos la estrella Iota Ceti de magnitud 3.6, en un campo muy cercano nos encontraremos con el asteroide Vesta que brillará como de magnitud 6.8. Veamos las cartas para su localización:

Localización de Vesta (a la derecha en la constelación de Cetus)
Cartas más concreta con la localización de Vesta junto a Iota Ceti


Veamos a continuación, siempre centrados en el campo de Iota Ceti, como podremos ver al asteroide Vesta durante la primera quincena del mes de diciembre.

1 de diciembre, 20h00 TU, a 1º45´de Iota Ceti. Magnitud de Vesta: 6.8



7 de diciembre, 20h00 TU, 1º 30´al noreste de Iota Ceti. Situado a 12´de la roja estrella variable AD Ceti. Vesta brilla con magnitud 6.9



10 de diciembre. 20h00TU. Vesta avanza rápido en el cielo. En este caso se sitúa a 1º 35´de Iota Ceti pero se ha movido casi medio grado en tres días. Magnitud: 6.9




14 de diciembre. 20h00 TU. Sigue desplazándose hacia el norte de Iote Ceti rápidamente. En cuatro días se habrá movido casi 45 minutos de arco. Se va debilitando de brillo encontrándose en magnitud 7.0



El rápido desplazamiento del asteroide es fácilmente perceptible. En ambas fotografías aparece el asteroide Vesta señalado con una flechita y separados entre el 5 y el 9 de noviembre pasados.



Por último aconsejo la lectura de un excelente artículo sobre Vesta y la sonda Dawn escrito por e astrofísico y divulgador científico Daniel Marín en su blog  Eureka. No desaprovechéis la oportunidad de leerlo y de observar al asteroide Vesta, un pequeño vecino cuyo movimiento por los cielos no nos defraudará.

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